Mito n.º 1: ¿Intérpretes? No, gracias.
¿Hay alguien aquí que pueda entender con facilidad una conversación entre médicos?
¿Y una mesa redonda en la que participan médicos de España, Colombia, México y Bolivia?
A no ser que ser que seamos trabajadores sanitarios, lo más probable es que haya partes de la conversación en las que nos perdamos.
¡Y ES NORMAL!
Eso no quiere decir que no entendamos bien nuestro propio idioma. Simplemente, es que no conocemos ciertos términos.
Si, además, añadimos a la ecuación algunos acentos con los que no estamos familiarizados, es incluso más fácil que haya partes que no entendamos.
Y si encima los ponentes hablan rápido… pues eso, milagritos a Lourdes.
Esto mismo es lo que les ocurre a quienes asisten a conferencias en las que participan ponentes internacionales:
🤔 Puede que hablen inglés, pero que se pierdan a ratos porque no conocen los términos técnicos.
😮 Puede que hablen inglés, pero que sea la primera vez que escuchan ese acento.
😵💫 Puede que hablen inglés, pero que no puedan procesar toda la información porque los ponentes hablan con mucha rapidez.
Precisamente, los INTÉRPRETES también están para:
✅ Garantizar que los asistentes aprovechen al máximo el evento y QUIERAN VOLVER a futuras ediciones.
✅ Aumentar el número de asistentes, especialmente si el evento, la conferencia o el seminario es online.
✅ Evitar que los asistentes se saturen por estar traduciendo constantemente todo en su cabeza.
Recuerda: pon un intérprete en tu vida o, por lo menos, en la conferencia o evento que organices.
¡Los asistentes te lo agradecerán!